Nunca está demás recordar algunas cosas relacionadas con el IV Domingo de Cuaresma, que es un Domingo excepcional, junto con el III Domingo de Adviento, pues difieren en algunas de las características propias de cada tiempo.
Esta Dominica cuarta de Cuaresma, se llama “Laetare", debido a la antífona gregoriana del Introito de la Misa, tomada del libro del Profeta Isaías (Is. LXVI, 10):
Lætare, Jerusalem: et conventum facite omnes qui diligitis eam: gaudete cum lætitia, qui in tristitia fuistis: ut exultetis, et satiemini ab uberibus consolationis vestræ.
Ps. CXXI, 1. Lætatus sum in his, quæ dicta sunt mihi: in domum Domini ibimus.
Lætare, Jerusalem: et conventum facite omnes qui diligitis eam: gaudete cum lætitia, qui in tristitia fuistis: ut exultetis, et satiemini ab uberibus consolationis vestræ.
Ps. CXXI, 1. Lætatus sum in his, quæ dicta sunt mihi: in domum Domini ibimus.
Regocíjate, Jerusalén, vosotros, los que la amáis, sea ella vuestra gloria. Llenaos con ella de alegría, los que con ella hicisteis duelo, para mamar sus consolaciones; para mamar en delicia a los pechos de su gloria.
Sal. 121, 1. ¡Qué alegría tan grande la que tuve cuando oí que dijeron: ¡Andando ya, a la casa del Señor!.
Sal. 121, 1. ¡Qué alegría tan grande la que tuve cuando oí que dijeron: ¡Andando ya, a la casa del Señor!.
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