Para Viernes de Dolores Faltan

Para Viernes de Dolores Faltan :

MONTEAGUDO

MONTEAGUDO
MONTEAGUDO

jueves, 31 de enero de 2013

NOMBRAMIENTOS DE LA SEMANA SANTA DE MONTEAGUDO

 La Muy Ilustre y Venerable Cofradía del Stmo. Cristo del Calvario y Maria Stma. de los Dolores
Han Nombrado como Pregonero de la Semana Santa
 de Monteagudo al
Excmo. y Rvdmo. D. Manuel Ureña Pastor Arzobispo de Zaragoza


Que ensalzara la Semana Santa de Monteagudo y nos llevara a los momentos de la Pasión, Muerte y Resurreción de Ntro. Señor Jesucristo el proximo día 23 de Febrero a las 19:00 horas en la Parroquia de Ntra. Sra. de la Antigua de Monteagudo donde Ocupara la Sagrada Catedra. La parte Musical estara acargo de la Coral Discantus.

Tambien a nombrado como Nazareno del Año a la
Ciudad de Lorca


En Representación de la Ciudad del Sol estara a Cargo del
Excmo. Señor D. Francisco Jodar Alcalde de la Ciudad y su Corporación Municipal

Y como Cofrade Bienhechor del Año a
RTVE
Dirección Territorial Murcia

miércoles, 30 de enero de 2013

FIESTAS EN HONOR DE SAN BLAS Y LA CANDELARIA

El proximo día 2 de Febrero se celebra la Purificación de Ntra. Sra. (La Candelaria) y al día siguiente San Blas protector de las enfermedades de la garganta. En el Murciano Barrio de Santa Eulalia celebrán estas dos Festividades por todo lo alto. El Sabado día 2 a las 17.30 horas tiene lugar la Procesión en honor de San Blas y La Candelaria acompañada de su Esposo San José, es una procesión en la que es alumbrada por las calles del Barrio por candelas arregladas con mimosas. Muchos son los devotos de estas dos veneradas imagen que acuden puntual a la cita para cumplir con sus promesas. Decir que las imagenes de San Blas y La Candelaria son del escultor Francisco Salzillo y la de San José de Gregorio Molera.

miércoles, 16 de enero de 2013

FESTIVIDAD DE SAN ANTONIO ABAD - SAN ANTON

Siguiendo con nuestro interés por formar a nuestros hermanos cofrades y seguidores del blog de la cofradía, queremos darle la importancia que tienen los  Santos y Santas que, según la costumbre católica, debemos venerar  y honrar.

Y que mejor forma de honrarlos que conociendo las vidas ejemplares de estos hombres, mujeres y niños que, de alguna manera ensalzaron la forma de vida cristiana y con ello alabaron a Dios con su ejemplo.

Queremos comenzar esta sección con la Vida Ejemplar de San Antonio Abad, mas conocido popularmente como San Antón, muy venerado en Alcantarilla cada 17 de enero.

Antonio nació en una población del alto Egipto, al sur de Menfis, el año 251. Se retiró a la soledad siguiendo el ejemplo de un anciano ermitaño de los alrededores. El trabajo manual, la oración y la lectura constituyeron en adelante su principal ocupación. A los 54 años de edad, hacia el año 305, abandonó su celda en la montaña y fundó un monasterio en Fayo.El monasterio consistía originalmente en una serie de celdas aisladas, pero no podemos afirmar con certeza que todas las colonias de ascetas fundadas por san Antonio estaban concebidas de igual manera. Más tarde, fundó otro monasterio llamado Pispir, cerca del Nilo.

San Antonio exhortaba a sus hermanos a preocuparse lo menos posible por su cuerpo, pero se guardaba bien de confundir la perfección, que consiste en el amor de Dios, con la mortificación. Aconsejaba a sus monjes que pensaran cada mañana que tal vez no vivirían hasta el fin del día, y que ejecutaran cada acción, como si fuera la última de su vida. “El demonio-decía- teme al ayuno, la oración, la humildad y las buenas obras, y queda reducido a la impotencia ante la señal de la cruz”.

Hacia el año 355, hizo un viaje a Alejandría a petición de los obispos para refutar a los arrianos. Ahí predicó la consustancialidad del Hijo con el Padre, acusando a los arrianos a confundirse con los paganos “que adoran y sirven a la creatura más bien que al Creador”, ya que hacían del Hijo de Dios una creatura.
Murió en el año 356, a la edad de 105 años. Parece que en 561, sus restos fueron descubiertos y trasladados a Alejandría, después a Constantinopla, y finalmente a Vienne de Francia. Las imagenes representan generalmente a San Antonio con una cruz en forma de T, una campanita, un cerdo, y a veces un libro. La liturgia bizantina invoca el nombre de San Antonio en la preparación eucarística, y el rito copto.

martes, 15 de enero de 2013

FESTIVIDAD DE SAN FULGENCIO PATRON DE LA DIOCESIS DE CARTAGENA

Hijo de Severiano y Túrtura. Su padre fue un noble visigodo. San Fulgencio fue el segundo de cinco hermanos, cuatro de los cuales son considerados santos por la Iglesia católica y la Iglesia ortodoxa. Sus otros hermanos canonizados son san Isidoro, san Leandro y santa Florentina. Todos ellos son conocidos como los Cuatro Santos de Cartagena.
San Fulgencio nació en Cartagena en torno al año 540 y pronto su familia se traslada a Sevilla. En dicha ciudad serían arzobispos sus hermanos san Leandro y san Isidoro.
San Fulgencio fue obispo de Écija, y como tal asistió al II Concilio Hispalense (610). Hombre elocuente y gran orador, Recaredo le encomendó diversas misiones para su reino. Fue considerado un hombre sabio, siendo elevado al rango de doctor de la Iglesia en 1880 por Pío IX.
San Fulgencio es patrón de la diócesis de Cartagena y, desde el siglo XVI, también da nombre al seminario diocesano de Murcia. Es además patrón de la ciudad de Plasencia y su diócesis .
La mayor parte están en la iglesia de San Juan Bautista de Berzocana (Cáceres), junto con las de su hermana santa Florentina. También hay reliquias en la catedral de Murcia, veneradas junto a las de sus tres hermanos santos. Por decisión de Felipe II, en San Lorenzo del Escorial hay alguna reliquia menor.

viernes, 11 de enero de 2013

FESTIVIDAD DEL BAUTISMO DEL SEÑOR

Normalmente el domingo que sigue a la fiesta de la Epifanía es dedicado a celebrar el bautismo de Cristo, este año se celebra el domingo 13 de enero y señala la culminación de todo el ciclo natalicio o de la manifestación del Señor. Es también el domingo que da paso al tiempo durante el año, llamado también tiempo ordinario.
Cuando Cristo se metió en la cola para esperar su turno de ser bautizado, seguramente San Juan Bautista no sabía que hacer. Llegó el Mesías delante de él y pidió el bautismo. El Bautista exclamó: “Soy yo el que necesita ser bautizado por ti, ¿tú vienes a mí?” (Mt 3,14). El Catecismo hace referencia a esta actitud humilde de Cristo en el n.536:
Hay una diferencia importante entre los dos bautismos:
El de Juan: con agua, exterior, signo de arrepentimiento para el perdón de los pecados.
El de JESÚS: con Espíritu Santo, renovación interior que nos hace "partícipes de la naturaleza divina”
"No soy digno ni siquiera de desatar la correa de su sandalia..." trabajo reservado al más inútil de los esclavos... Juan destaca la infinita distancia entre él y Jesús...
¿Porqué entonces Jesús se hace bautizar por Juan? [es una escena tan impresionante, que podría resultar incomprensible, y hasta escandalosa]...
Pero admitámoslo, y descubramos nuevamente el "modo" que Dios emplea para salvarnos: hoy se pone en la fila de los pecadores, y aunque no lo necesitaba, se somete también a un bautismo de penitencia... Se ha hecho semejante a nosotros en todo, y por eso no se avergüenza de colocarse en la fila de aquellos que se preparaban para la llegada del Reino de Dios... así como tampoco se avergonzó de nosotros cuando tomó sobre sí todos nuestros pecados, y subió a la Cruz como si fuese un delincuente...
Pero el bautismo que recibió Jesús fue muy "especial": ciertos hechos nos indican que con Él comienza un nuevo bautismo:
El cielo abierto (ya nunca más cerrado por los pecados, como hasta este momento) Es decir, comienza una nueva etapa de relación entre Dios y los hombres: el Cielo viene a nosotros, y nosotros vamos allá: viene con Cristo y el Espíritu Santo. Llega todo, porque Dios mismo viene, y Él será para nosotros y nos dará todo. Estamos frente al comienzo de una nueva humanidad, divinizada.
En la proposición que San Marcos hace en su Evangelio, el Padre no "presenta" a su Hijo (“Éste es mi Hijo amado”), sino que se dirige a Él (“Tú eres mi Hijo...”): Cristo nos representa a todos, que desde ese momento pasamos a ser hijos amados, complacencia del Padre... Cuando somos bautizados, esta vocación eterna se verifica efectivamente, verdaderamente: somos una nueva creación. Por lo tanto, nuestra dignidad, nuestra gloria, y nuestro compromiso pasa por VIVIR NUESTRO BAUTISMO...

"Éste es mi Hijo" (Evang.)... "Éste es el servidor sufriente" (Iª lect.)...

sábado, 5 de enero de 2013

EPIFANIA DEL SEÑOR



La Epifanía es una de las fiestas litúrgicas más antiguas, más aún que la misma Navidad. Comenzó a celebrarse en Oriente en el siglo III y en Occidente se la adoptó en el curso del IV. Epifanía, voz griega que a veces se ha usado como nombre de persona, significa "manifestación", pues el Señor se reveló a los paganos en la persona de los magos.

Tres misterios se han solido celebrar en esta sola fiesta, por ser tradición antiquísima que sucedieron en una misma fecha aunque no en un mismo año; estos acontecimientos salvíficos son la adoración de los magos, el bautismo de Cristo por Juan y el primer milagro que Jesucristo, por intercesión de su madre, realizó en las bodas de Caná y que, como lo señala el evangelista Juan, fue motivo de que los discípulos creyeran en su Maestro como Dios.
Para los occidentales, que, como queda dicho más arriba, aceptaron la fiesta alrededor del año 400, la Epifanía es popularmente el día de los reyes magos. En la antífona de entrada de la misa correspondiente a esta solemnidad se canta: "Ya viene el Señor del universo. en sus manos está la realeza, el poder y el imperio". El verdadero rey que debemos contemplar en esta festividad es el pequeño Jesús. Las oraciones litúrgicas se refieren a la estrella que condujo a los magos junto al Niño Divino, al que buscaban para adorarlo.
Precisamente en esta adoración han visto los santos padres la aceptación de la divinidad de Jesucristo por parte de los pueblos paganos. Los magos supieron utilizar sus conocimientos-en su caso, la astronomía de su tiempo- para descubrir al Salvador, prometido por medio de Israel, a todos los hombres.
 El sagrado misterio de la Epifanía está referido en el evangelio de san Mateo. Al llegar los magos a Jerusalén, éstos preguntaron en la corte el paradero del "Rey de los judíos". Los maestros de la ley supieron informarles que el Mesías del Señor debía nacer en Belén, la pequeña ciudad natal de David; sin embargo fueron incapaces de ir a adorarlo junto con los extranjeros. Los magos, llegados al lugar donde estaban el niño con María su madre, ofrecieron oro, incienso y mirra, sustancias preciosas en las que la tradición ha querido ver el reconocimiento implícito de la realeza mesiánica de Cristo (oro), de su divinidad (incienso) y de su humanidad (mirra).
A Melchor, Gaspar y Baltasar -nombres que les ha atribuido la leyenda, considerándolos tres por ser triple el don presentado, según el texto evangélico -puede llamárselos adecuadamente peregrinos de la estrella. Los orientales llamaban magos a sus doctores; en lengua persa, mago significa "sacerdote". La tradición, más tarde, ha dado a estos personajes el título de reyes, como buscando destacar más aún la solemnidad del episodio que, en sí mismo, es humilde y sencillo. Esta atribución de realeza a los visitantes ha sido apoyada ocasionalmente en numerosos pasajes de la Escritura que describen el homenaje que el Mesías de Israel recibe por parte de los reyes extranjeros.
La Epifanía, como lo expresa la liturgia, anticipa nuestra participación en la gloria de la inmortalidad de Cristo manifestada en una naturaleza mortal como la nuestra. Es, pues, una fiesta de esperanza que prolonga la luz de Navidad.
Esta solemnidad debería ser muy especialmente observada por los pueblos que, como el nuestro, no pertenecen a Israel según la sangre. En los tiempos antiguos, sólo los profetas, inspirados por Dios mismo, llegaron a vislumbrar el estupendo designio del Señor: salvar a la humanidad entera, y no exclusivamente al pueblo elegido.
Con conciencia siempre creciente de la misericordia del Señor, construyamos desde hoy nuestra espiritualidad personal y comunitaria en la tolerancia y la comprensión de los que son distintos en su conducta religiosa, o proceden de pueblos y culturas diferentes a los nuestros.
Sólo Dios salva: las actitudes y los valores humanos, la raza, la lengua, las costumbres, participan de este don redentor si se adecuan a la voluntad redentora de Dios, "nunca" por méritos propios. Las diversas culturas están llamadas a encarnar el evangelio de Cristo, según su genio propio, no a sustituirlo, pues es único, original y eterno.

FESTIVIDAD DEL DULCE NOMBRE EN EL MONASTERIO DE SANTA ANA MADRE DOMINICAS

miércoles, 2 de enero de 2013

FESTIVIDAD DEL DULCE NOMBRE DE JESÚS


DULCE NOMBRE DE JESÚS
´colección particular Monteagudo

FESTIVIDAD DEL DULCE NOMBRE DE JESÚS

En este día tercero del año se celebra la festividad del Dulce Nombre de Jesús.
"Dios le ensalzó y le dio un nombre que está por encima de todo nombre, para que ante el nombre de Jesús toda rodilla se doblegue, de los que moran en los cielos, en la tierra y en los infiernos".
Eso dice la Biblia acerca del nombre de Jesús. Es, efectivamente, en la onomástica cristiana, el nombre con mayor peso específico. Procede del hebreo Yehosuá, que significa "Salvador". Es el nombre que le pusieron en la ceremonia de la circuncisión, por indicación del Ángel Gabriel en la Anunciación a la Virgen María, según nos relata San Lucas. Pero la Biblia le asigna el sobrenombre de "Emanuel", también hebreo, que significa "Dios entre nosotros", indicando que ésta es la mayor bendición que pueden tener quienes tienen la fortuna de vivir con él. Un nombre, ciertamente, al que es difícil añadirle más belleza y grandeza.
Jesús en español es la traducción directa de la palabra latina "Iesus", que a su vez viene de la palabra griega "Yesous", transcripción literal de la hebrea "Yesua" o "Yehosua", que significa "Yahveh es la salvación".
De acuerdo a Lucas, el evangelista, tal nombre se lo impuso el Ángel del Señor explícitamente, al anunciarle a María su maternidad (Lc 1, 31). Pablo, en la carta a los filipenses, exalta este nombre: "Dios le concedió un nombre sobre todo nombre, para que al nombre de Jesús toda rodilla se doble en el cielo, en la tierra y en los abismos" (Fil. 2, 9).
El libro de los Hechos de los Apóstoles nos cuenta por su parte cómo el tullido de la Puerta Hermosa del Templo le pidió a Pedro una limosna. Pedro le mandó clavar sus ojos en él y le dijo: "No tengo oro ni plata, pero de lo que tengo te voy a dar, en nombre de Jesús, Mesías, el Nazareno, anda. Y agarrándolo de la mano derecha, lo incorporó. En el acto le fortalecieron los tobillos, se puso en pie de un salto, echó a andar y entró en el templo por su pie dando brincos y alabando a Dios"